Poner en marcha el ABP en el aula.
Bienvenid@s a un nuevo post. Hoy vamos a hablar sobre el Aprendizaje Basado en Proyectos, y cómo ponerlo en marcha en el aula.
El
Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP) es una de las metodologías más populares
entre los profesores innovadores que quieren mejorar el proceso de
enseñanza-aprendizaje. Este método convierte a los estudiantes en protagonistas
de su propio aprendizaje y va a lograr que aprendan haciendo. Por esto, a la
hora de planificar las actividades, los profesores necesitan definir
correctamente el objetivo que persiguen y los materiales que tienen que
elaborar.
El
Colegio Senara en Madrid, explica que para que sea verdaderamente ABP tiene que
haber una transversalidad de los contenidos y dicen que “se trata de aunar
varias asignaturas para trabajar un tema común durante el mismo periodo de tiempo,
y aunque cada docente trabajará sus contenidos con sus actividades, entre todos
elaborarán el producto final”.
La
flexibilidad de esta metodología, y la capacidad para conectar conocimientos de diferentes
ramas, favorece su
uso en las diferentes asignaturas. La clave está en saber
relacionar contenidos entre sí y saber ayudar a los alumnos a encontrar esta
relación para poder construir su conocimiento. Pep Hernández, profesor de
Lengua y Literatura en el Colegios El Valle de Madrid dice que “Los ABP
interdisciplinares han demostrado que, además de contribuir de forma horizontal
a la adquisición del aprendizaje, éste resulta más significativo, atractivo y
eficaz si intervienen materias que podemos creer que no comparten contenidos a
priori”.
Es
importante introducir el ABP lo antes posible para que los alumnos se van
familiarizando con esta forma de trabajo. Respeta el ritmo y las necesidades de
cada alumno, por lo que favorece la riqueza de las experiencias, el trabajo en
grupo y permite que unos aprendan de otros y desarrollen la empatía.
El docente Eduardo Prieto Mata dice que “También están aprendiendo a planificar actividades y organizar tareas, a tomar decisiones y a negociar acuerdos, a ejercer un liderazgo compartido o comunicarse de manera clara y eficaz”.
Los
principales beneficios del ABP son: el desarrollo del pensamiento crítico, una mayor
motivación e integración, una mejora de habilidades sociales, la capacidad para
integrar en la vida real los conocimientos que han aprendido, un aprendizaje
autónomo, creatividad, el espíritu autocrítico, tener iniciativa…
Otros
beneficios del ABP es que deciden qué información van a necesitar para su
proyecto, establecen relaciones entre conceptos o hacen un buen uso del
lenguaje oral cuando tiene que debatir o exponer sus ideas.
Azucena Esteban, profesora del CEIP CEIP Pablo Sáenz de Fromista de Palencia dice que “Los estudiantes van a aprender competencias y capacidades que les acompañarán a lo largo de su vida, alimentando una mochila personal que va más allá de los propios contenidos curriculares o el manejo cognitivo de unos conceptos”.
Esta
metodología va a ayudar a mejorar la relación de los alumnos a nivel grupal y
aprender a gestionar la información y datos que Internet pone a su disposición.
Los
estudios sobre el ABP son una buena fuente para conocer procesos cognitivos y
determinar qué destrezas y habilidades se potencian con este método; pero sobre
todo en el caso de los procesos de orden superior o de pensamientos complejos.
Marina
Tristán, jefa de estudios y docente en el CEIP Los Pinos de San Pedro del
Pinatar de Murcia, dice que “Si los comparamos con los modelos de aprendizaje
tradicional, el pensamiento crítico, la creatividad, la capacidad de
planificación y ejecución, y la toma de decisiones consiguen resultados mucho
más satisfactorios”.
¡Espero que os guste y que os sirva de ayuda!
Información recuperada de:https://www.educaciontrespuntocero.com/noticias/abp-en-el-aula-beneficios/
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